Dicen que Sinesio era brujo y que de tan brujo que era ya no era hombre aunque en su apariencia lo fuera; todo lo más era sabido, buen embaucador e impotente porque su barragana, demasiado joven para él, le había agotado el ansia y la leche, y su indiferencia entre vivos enfermos y muertos le granjeo el temor y el desprecio
Pero Luciana sabia que era poco más que un mal hombre que un desgraciado,
lunes, 18 de mayo de 2015
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