Estoy publicando como Pedro García, quizás sigo vivo
jueves, 29 de diciembre de 2016
martes, 6 de diciembre de 2016
domingo, 27 de noviembre de 2016
Hoy Biberkopf ha encontrado una pelota en la Manjoya. Se detuvo en el paseo que promedia las dos carreteras y allí se la lancé una y otra vez. Ya no es cachorro, ya es viejo y aunque corre animoso detrás de ella, cuando la alcanza se tumba y espera a que llegue por ella. El juego con los años han cambiado. Lanzo la pelota. el perro va detrás de ella y yo voy detrás de él.
Un hombre y una mujer se bañan en las costas del otra lado del Atlántico, 2007 bajo sus pies y sobre el agua. Después pasean por la arena y recogen conchas, no es una buena palabra allá, y encuentran vainas negras, una abiertas otras no, sin saber bien qué son guardan dos o tres. Tras doce mil kilómetros acaban pensando que son ootecas de sepias, lo creen así durante varios años, sin embargo un documental les saca de su error, huevo, huevos de tiburón, alguna especie de pintarroja. Son negros, secos, con un brillo mate y una forma elegante, posteriormente deciden pasar uno de llos a bronce. Esperan el resultado.
viernes, 21 de octubre de 2016
sábado, 15 de octubre de 2016
Y luego vimos y casi no vimos era tan decepcionante, parecía que no hubiera ocurrido nada y si hubiera ocurrido algo no fuera, quizás en otra parte y a otra gente, no a nosotros ni cerca de nosotros. creímos que ver no servía de nada Y callamos y anduvimos callando mucho tiempo sin atrevernos si quiera a saludarnos por las calles.
Cuando llegó Rodrigo, Jacinto se apartó de los animales. En el suelo quedaban las vísceras, quietos montones de nada, que cada diez o doce reses alguien arrastraba por el suelo de cemento hasta la sala contigua, allí un hombre pequeño y rudo al que todos conocían como asaduras separaba hígados, bazos, riñones, pulmones, colgándolos mediante ganchos para arrojarles tres o cuatro calderos de agua y darlos por lavados, los intestinos no, a los intestinos les daba la vuelta y en una cubeta los limpiaba cuidadosamente, a fin de cuenta sólo encierran suciedad y siempre le insistían en ellos.
lunes, 26 de septiembre de 2016
lunes, 19 de septiembre de 2016
La gitana
Pero tendrás que acabar con ella pronto, aunque vieja no vivirás más que ella. Si la sacrificas te dará unos días más.
¿Cómo?
Comiéndotela
¿Cómo?
Comiéndotela
domingo, 18 de septiembre de 2016
miércoles, 14 de septiembre de 2016
Del reparto de la tierra, de los hijos y de la muerte de alguno.
A la Señorita Francisca le tocó la tierra partida, fue mucha
pero no suficiente. Si, tuvo tres hijos, que la partieron aún más y entonces ya
fue insuficiente para todos.
Del mayor poco se supo; se casó joven y tuvo tres hijas, una
de ellas murió en un retrete de una estación de autobuses, antes o después de
esto ya las había abandonado, no volvió a saber de ellas. Quizás cuando murió
aún pensaba que su última hija seguía viva.
La hija mayor se quedó con esto; se casó cuando ya nadie lo
esperaba, se tuvo que ir lejos y allá tuvo cuatro hijos, la mayor se hizo
letrada y arregló la casa grande y también tuvo cuatro hijos, del siguiente
apenas se supo o no se supo, del tercero se supo que tuvo dos hijos, y del
cuarto que vino a morir aquí encerrado en la casa grande y demoliendo la
pequeña, no dejo madera alguna, no venció al frío, no estaba cerca de sí.
La hija menor, vivió cerca y tuvo tres hijos y cinco nietos,
uno de la mayor, dos del segundo y dos del tercero que nunca se supo cómo podía
seguir vivo.
De los todos los nietos de la señorita Francisca se supo que
los último eran débiles y que murieron temprano.
sábado, 10 de septiembre de 2016
jueves, 11 de agosto de 2016
Sagrario
Le gustaba llamarle tonto, cuando era un bebe, decía que el no entendía y que era la verdad, que lo era, desde que nació se veía que era tonto. Yo me enojaba con él y no servía de nada. Nunca serví para nada, bueno, salvo para engendrar un niño tonto.
miércoles, 10 de agosto de 2016
martes, 9 de agosto de 2016
A Frank biberkopf le soltaron de la cárcel Tegel con un abrigo de verano amarillo, algo que yo siempre he imaginado horrible, tras cuatro años de prisión, el sin saber bien que hacer se metió en un portal y. a voz en gritó empezó cantar; nada más.
Después de diecisieteaños a mi me han soltado de la cárcel de Fuertes Acevedo esquina Silla del Rey sin un abrigo de verano horrible y tan sin saber que hacer como él. El logró ahuyentar cantado la angustia, yo no sé cómo deshacerme de ella. Sigo hurgándome cada día con palito mientras me estoy deshaciendo en la calle Logroño.
lunes, 8 de agosto de 2016
sábado, 6 de agosto de 2016
Las mañana es de sol en la calle Logroño. Un sol luminoso, demasiado diáfano para estar muerto, para irme a ver estando muerto; pero como todos los días lo hago no puedo eludirlo, la curiosidad me vence.
Y estoy recubierto de hormigas negras y aceradas, de blanquecinas larvas de mosca que rehuyen la luz, de escolopendras y tijeretas ansiosas; soy un festín para lo diminuto, un lugar de vida mientras no caigan las lluvias y mi cuerpo deje de secarse.
Me he acostumbrado a mi muerto.
Y estoy recubierto de hormigas negras y aceradas, de blanquecinas larvas de mosca que rehuyen la luz, de escolopendras y tijeretas ansiosas; soy un festín para lo diminuto, un lugar de vida mientras no caigan las lluvias y mi cuerpo deje de secarse.
Me he acostumbrado a mi muerto.
viernes, 5 de agosto de 2016
Con un palo.
Como los chimpancés hurgan en los termiteros, me hurgo las entrañas con un palo que luego me llevo a la boca cargado de jirones de carne reblandecida y diminutas larvas de moscas que encuentra la muerte en mi.
martes, 2 de agosto de 2016
domingo, 31 de julio de 2016
sábado, 16 de julio de 2016
viernes, 15 de julio de 2016
Mírate en el espejo. Si detrás de la barra. Masticando, casi rumiando, tantas faltas que todo hay que masticarlo mil veces, salvo el puré, pero puré a qué te vas a convertir en viejo ahora, aún te faltan, como te faltan las muelas. Sí, mírate. Mírate una y otra vez, aunque no creas que eres tú, que lo eres, mascando, rumiando, pesada, largamente. Tú sí. Niégalo. Niégalo una vez más. No quieres acordarte de tu tío, primero, luego tu padre, luego tu otra tía. Si los tres. Acuérdate. Los tres con la dentadura podrida, al igual que tú. Sí, no te engañes, tienes la dentadura tan podrida como ellos la tuvieron. Lo sabes. No, no eres joven para ello, eres un viejo como lo fueron ellos cuando de una en una, entre insufribles dolores, fueron perdiendo las piezas. Una, sólo una apretando contra la vacía encía superior, mascando, mascando una y otra vez y para siempre hasta que sólo te entren sopas y purés.
sábado, 9 de julio de 2016
viernes, 8 de julio de 2016
Era nada. Esa nada hastiante, lóbrega, deshecha, un pan hueco, una pared vana, un dolor inútil. ¿Servía? No, no servía. El niño chico también aprendió a recelar de él, de su carácter brusco y su conciencia resabiada que se desencajaba en golpes sin sentido, sin motivo. Lo miraba distante y se veía su rostro en calma y su sonrisa diáfana se le acercaba acobardado. Nunca estaba seguro. Nadie estaba seguro con él. Ella pensaba que era peor que el Doblao y se veía así, día tras días, temerosa recelosa de la noche que ser resolvía en silencio o con golpes, dónde había quedado las palabras de ánimo, dónde los afectos., Era él, su quieto cuerpo molesto, el sufrimiento compartido. obligado, impuesto. ¿Para qué? No fue un error fue un engaño, y luego ese niño, esa frustración y ese continuo quejido que abarrotaba toda la casa, y él levantándose y el llanto más ruidos, más ensordecedor y toda la noche acompasando a la criatura que lloraba sin saber y sin querer saber. Creía que él quería matarlo, supo que le preguntó a la tía Luciana y que esta le insultó y le echó de cas como se echa a los perros, mientras él seguía ahí queriendo matarle, queriendo tener una noche tranquila, sin ella su lado, sin su cuerpo grueso balnda por el embarazo y sin el tonto, sin su cara vacía.
martes, 5 de julio de 2016
Sagrario
Quieta y desnuda, sobre la cama, nada más. Quieta y desnudo cuando el niño entró. Los dos se asustaron. El corrió de nuevo fuera de la habitación, ella apresuradamente se al cubrió con una sábana que olía a rancio. ¿Desde cuándo no las cambiaba? Quizás desde que Cándido se marchó. Quizás desde siempre. No importaba, se estaba abandonando. El niño empezó a llorar desde la cocina.
domingo, 3 de julio de 2016
viernes, 1 de julio de 2016
Sagrario a Cándido
¿De qué me sirves?
Cándido la golpeó durante toda la noche. Sagrario amaneció con la cara hinchada de tantos golpes, durante dos semanas no salió de casa y cuando lo hizo aún temía que los otro se dieran cuenta.
Cándido la golpeó durante toda la noche. Sagrario amaneció con la cara hinchada de tantos golpes, durante dos semanas no salió de casa y cuando lo hizo aún temía que los otro se dieran cuenta.
domingo, 26 de junio de 2016
lunes, 23 de mayo de 2016
sábado, 21 de mayo de 2016
jueves, 19 de mayo de 2016
Ninguno nos atrevimos a tocarlo. Lo dejamos ahí tres días, para las hormigas que, entrándole por los ojos, le anidaron dentro. Después, no se quién, supongo que Isidro convencería a alguien, Jacinto siempre se presta a estas cosas, y lo llevaran al cementerio, donde lo enterraron con las hormigas dentro.
martes, 17 de mayo de 2016
martes, 3 de mayo de 2016
lunes, 2 de mayo de 2016
Después de la guerra
Después de la guerra un hombre se hizo fuerte, había participado en lado correcto, el vencedor. Vigilaba, durante la noche y el día vigilaba. Una mañana aparecieron cinco hombres alineados y muertos en una cuneta. Esa noche oyó y salió a la calle pistola en mano. Un hombre bajaba cantando, el miedo le templaba la voz, se dejaba ver. Le conocía, el hijo de Cachero regresaba del trabajo. Entró de nuevo en casa, no pudo dormir más. La noche siguiente, el ruido fue mayor, nadie cantaba. Apenas abrió la puerta, siempre pistola en mano, recibió un disparo certero que evitó el segundo. Cuando caía ya tenía la cabeza reventada y la vida se le había escapado antes de llegar al suelo.
viernes, 22 de abril de 2016
miércoles, 13 de abril de 2016
sábado, 9 de abril de 2016
viernes, 8 de abril de 2016
el General y la Contrahecha
- ¡Contrahecha! ¡Contrahecha!
- Si
- ¿Qué haces?
- Estaba atrás...
- No. ¿Qué haces con ellos?
- ¿Con quién?
- ¡Los cráneos de los marranos!
- Los echo atrás en la cuadra
- Así huele estaba casa, creía que me estaba pudriendo en esta cama.Podías enterrarlos en corral
- Es pequeño, sólo cabe el huerto y lo poco que da de tanta piedra que hay. De todos modos se está pudriendo
-Lo sé.
- ¿Entonces?
- Sácalos fuera
- Si
- ¿Qué haces?
- Estaba atrás...
- No. ¿Qué haces con ellos?
- ¿Con quién?
- ¡Los cráneos de los marranos!
- Los echo atrás en la cuadra
- Así huele estaba casa, creía que me estaba pudriendo en esta cama.Podías enterrarlos en corral
- Es pequeño, sólo cabe el huerto y lo poco que da de tanta piedra que hay. De todos modos se está pudriendo
-Lo sé.
- ¿Entonces?
- Sácalos fuera
El general Lozano
Cuando la miseria les entró a fondo y a la Contrahecha se le asomaban los huesos, Jacinto se acostumbró a llevarles una de las cabezas de los marranos sacrificados, al menos siempre que podía burlar al capataz y distraerla. Ya iba pelada,sin papadas con la lengua y los sesos arrancados, pero aún cobijaba restos de carnes
domingo, 27 de marzo de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
domingo, 20 de marzo de 2016
Sagrario
Al final aquí todos tenemos lo mismo una vida triste que procuramos soportar o que logramos soportar
jueves, 17 de marzo de 2016
No sabía muy bien lo era. Aquella pequeña barriga que le había brotado en los últimos meses la aguijoneaba, luego unos minutos de descanso para otro alfilerazo, cada vez más agudo y sostenidos. Y empezó arder, sus entrañas desvencijadas se rompieron y por su sexo brotó entre sangre y pus un homúnculo, algo parecido a mono con dos cabezas y cuerpo a medio componer. no hizo falta sacrificarlo, nació ya muerto. Y se fue con para donde la tía Luciana y se lo moströ, aun medio desnuda y con el sexo aún sangrante mientras le gritaba que le dejara echarlo con los suyos que no sabía que tenía vergüenza y no quería que supieran.
viernes, 11 de marzo de 2016
La gitana
La gitana le preguntó que por qué siempre andaba arrinconado y le respondió que quería morirse y no otra cosa y ella le preguntó que por qué y el le dijo que por hastío o indiferencia y ella le dijo que no sabía lo que era el hastío o la indiferencia o lo que él había dicho pero si que su coño sabía a vinagre y a muerte y que si él quería morirse que se lo probara para que así supiera a qué sabia la muerte y él le dijo que no la creía porque los sexos no saben a vinagre o a muerte y ella le dijo que su coño si sabía a vinagre y a muerte y se quitó la falda sucia y se bajó las bragas aún más sucias y se sentó en una silla y abrió las piernas y le dijo que lo probara y le dijo que qué hacía y que se vistiera y le dijo que se comiera para saber a que sabía la muerte y que todos les decían que sus coño era vinagre y muerte y que si él no lo hacía es que era un cobarde y el le dijo que lo era y que siempre lo había sido y que no quería y ella acercó la mano hasta su cabeza y se la embutió entre su piernas y le dijo que se lo comiera y el olio aquel sexo que se empotraba en su cara y no queriendo metió su lengua y supo que sabía a orina rancia de días y a vida, a vida prometida y fértil, y con un vómito en la boca quiso echarse atrás y la gitana apretó aún más aprisionando con las piernas su cabeza mientras el vomitaba y su respiración se ahogaba y la vida se le escapaba mientras ella se corría en su boca y le decía que viera como era verdad, que su coño sabía a vinagre, a orina y a muerte.
domingo, 7 de febrero de 2016
Luciana
Desde niña la tía Luciana capturaba libélulas rojas como sangre y atadas con un poco de hilo las llevaba volando a su alrededor.
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